No soy un monstruo

La peor pesadilla a la que se pueden enfrentar unos padres es la desaparición de su hijo. Si además ese niño sólo tiene cuatro años y estás en un centro comercial, donde hace dos años desapareció un niño muy parecido al tuyo, la pesadilla se habrá hecho realidad.

Kike es un niño de cuatro años, que se queda mirando unos juguetes mientras su madre contesta al móvil. Pero en el centro comercial donde se encuentran, hay un depredador que lo señala como su siguiente víctima.

En cuestión de segundos el niño desaparece y el caos y la angustia sacuden a la familia y a todos los que se hacen cargo de la investigación.

No soy un monstruo

Es la primera novela de Carme Chaparro, y espero que no sea la última. La autora ha escrito una historia creible, trepidante y a ratos angustiosa. De esas novelas que a la mitad de sus páginas no puedes dejar de leer y que el final no te deja indiferente.

A mí me gusta que me vayan engañando a lo largo de los capítulos, que dejen pistas falsas para que yo vaya pensando quien puede ser el secuestrador de niños, y me encanta que al final del libro logren sorprenderme con un final inesperado.

Y en No soy un monstruo la autora ha conseguido hacerme pasar por todos esos estados de intriga y asombro.

La historia comienza en un centro comercial, cuando la desaparición de Kike, un niño de cuatro años, hace saltar las alarmas de la policía.

El motivo es que hace dos años en ese mismo centro comercial desapareció Nicolás, un niño que tenía también cuatro años y del que no han vuelto a tener ninguna pista. Al secuestrador de Nicolás la prensa lo bautizó como Slenderman, y las similitudes con el secuestro de Kike hacen pensar a todo el mundo que ha vuelto a actuar.

La historia la narran principalmente dos mujeres. Por un lado está Inés Grau, periodista de sucesos y una cara conocida de un canal de televisión. Además ha escrito una novela de éxito y fue la encargada de informar de la desaparición de Nicolás.

La otra protagonista es Ana Arén, la inspectora jefe encargada de resolver los dos casos. Ana se siente que ha fracasado por no haber encontrado al pequeño Nicolás, y este nuevo secuestro hace que vaya a dar lo mejor de sí misma para poder encontrar a los niños.

No soy un monstruo es una novela que merece la pena leer, y espero que aparte del premio Primavera de Novela que ha recibido, tenga muchos más éxitos. He leído que Mediaset ha comprado los derechos de la novela, así que en poco tiempo podremos comprobar si le hacen justicia, y disfrutar de ella en la pantalla.

Contraportada del libro

Entrevista a Carmen Chaparro