- Editorial: Siruela
- ISBN: 9788498416404
Entre Visillos es una de mis novelas favoritas, lo primero porque habla de mi ciudad, y además lo hace con mucho cariño, por algo Carmen Martín Gaite la conocía bien. No soy imparcial, pero creo que poca gente me puede discutir que Salamanca es una ciudad que deja huella, si has pasado en ella la infancia, la adolescencia, te va a ser muy fácil ir viviendo la novela a través de sus calles.
Pablo Klein vuelve a Salamanca como profesor de alemán. Vuelve a la ciudad en la que vivió cuando era niño y de la que guarda buenos recuerdos. Su forma de ver la vida va a remover la de Natalia, chica de provincias que no se amolda a las convenciones de la época. Pero no es la única, Julia, Elvira, Gertru……nos van a enseñar que ser mujer en la España de los años cincuenta no es tan sencillo.
Entre Visillos es una novela sencilla de leer, pero compleja en cuanto a personajes. No sólo se centra en la personalidad de los personajes principales como Natalia y Pablo, sino que se mueve a través de la vida de otros muchos, sobre todo de mujeres.
Mercedes y Julia las hermanas de Natalia, tan parecidas al principio de la novela, pero tan diferentes según las vas descubriendo. Mercedes amargada, pero apegada a las convenciones socales, convencida de que lo de siempre es lo único que vale, y Julia que va descubriendo que va a tener que luchar contra la mentalidad de su familia para poder ser feliz con su novio.
Gertru, cuyo novio, mucho mayor que ella, va a cortar sus sueños de acabar los estudios, o cuya suegra va a decidir sobre todo lo que creen que le conviene.
Elvira, de luto por su padre, queriendo aparentar ser una chica moderna, pero dejándose llevar en realidad por las convenciones sociales en lugar de por los impulsos de su corazón.
Natalia, que quiere estudiar, sentirse libre, pero que vive en una familia en la que importa más el que dirá. Se siente atraída por su profesor porque ve una forma de escape a una sociedad que no la convence y hacia la que no se siente aceptada. Esas charlas en el café con Pablo Klein, subiendo a la catedral con su hermana Julia, o ese momento en la habitación de Gertru, son momentos muy especiales del libro.
Para mí leer Entre Visillos es evadirme de la época actual y sumergirme en una Salamanca que conocía por las historias de mis abuelos. Es pasear por sus calles acompañando a sus personajes. Y cuando acabo de leer, darme cuenta que hace cincuenta años, yo podía haber estado detrás de cualquiera de los visillos que nos muestra Carmen Martín Gaite.